domingo, septiembre 18, 2005

Constructor de Fe

Creo que el padre Alberto Hurtado se constituirá en la excepción a la regla en cuanto a santidad en el mes de octubre. En Chile, se da una fauna de católicos de variadas líneas, desde aquellos que se autoproclaman detentores de la verdad y el dogma hasta quienes viven el día a día haciendo carne las enseñanzas de Cristo, silenciosamente y sin aspavientos. Lo malo del asunto es que los primeros son quienes marcan la gruesa línea de la Iglesia chilena.
Sé que lo que digo puede sacar alguna roncha. Pero, lamentablemente, este problema se conoce y comenta; pero no se enfrenta.
Alberto Hurtado fue un hombre de Dios que dio vida en nuestra urbe a las enseñanzas de Cristo. Él encaminó su apostolado entre los más pobres y desvalidos. Les acompañó en sus sufrimientos, en sus enfermedades y se alineó junto a ellos para enfrentar las injusticias de los más ricos del país. Nadie mejor que él para ejemplificar la Iglesia que los católicos deseamos. No la de sacerdotes de colleras, presentes en eventos sociales que se publican en revistas como Cosas o Caras, no la de laicos intolerantes e inquisitoriales. No. El padre Hurtado nos enseña que vivir la fe es vivirla junto al que sufre, al que nada tiene. Es ser auténtico en expresar las virtudes que la Iglesia proclama, constituyéndose en ejemplo viviente para los jóvenes.
Esa Iglesia de corte aristocrático, léase Opus Dei o Legionarios de Cristo, es el reverso de la medalla de lo que Alberto Hurtado nos enseña. Él no segrega ni impone ni condena. Él actúa en el amor. Nos acoge con afecto y nos guía con su humilde ejemplo. Sólo eso basta para construir Fe entre quienes no la tienen o aún no se les revela.
Ojalá que la santidad del Padre Alberto Hurtado, de alguna manera, neutralice la nefasta influencia de esa otra Iglesia, minoritaria, que tanto mal le ha hecho a la fe en Chile.

1 comentario:

Jorge Canales Gatica dijo...

Muy Interesante tu comentario. Yo también tengo un blog y en ese espacio he tratado de dibujar lo mismo, lamentablemente no me han publicado en este diario. Es lamentable. Sigue adelante me parece un espacio muy interesante tu blog.

Un porteño de corazón en las lejanas tierras araucanas.